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TDAH en el adulto: Claves para identificarlo y estrategias para su manejo

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es en su esencia un trastorno del neurodesarrollo, es decir, de inicio en la infancia, aunque puede persistir hasta la adolescencia y la adultez. Se caracteriza por un patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere con el funcionamiento o el desarrollo. El TDAH se divide en tres presentaciones principales: predominantemente inatento, predominantemente hiperactivo-impulsivo y combinado.


TDAH en el adulto: cómo reconocerlo

¿Cuáles son las causas y factores de riesgo de TDAH?

Las causas exactas del TDAH no se conocen, pero se cree que una combinación de factores genéticos, biológicos y ambientales contribuye a su desarrollo. Algunos de los factores de riesgo incluyen:

  • Genética: Los estudios han demostrado que el TDAH tiende a ser hereditario y puede correr en familias.

  • Factores prenatales y perinatales: La exposición a ciertas sustancias durante el embarazo, como el tabaco, el alcohol y otras drogas, así como el bajo peso al nacer y el nacimiento prematuro, pueden aumentar el riesgo de desarrollar TDAH.

  • Ambiente temprano: Las experiencias adversas tempranas, como el maltrato infantil, la exposición a altos niveles de plomo y otros factores ambientales, también pueden influir.


¿Cómo puedo reconocer el TDAH?

Como dice su nombre, los síntomas pueden incluir la falta de atención y por otro lado, incluir síntomas de hiperactividad o impulsividad. El cerebro necesita una mayor estimulación para concentrarse y tiene dificultad para llevar a cabo funciones ejecutivas como son la organización, anticipación, planificación, autorregulación, inhibición y control de la conducta. Alguno de los síntomas presentados tanto en la infancia como en el TDAH en el adulto son:


Inatención:

  • Dificultad para prestar atención a los detalles: Las personas con TDAH suelen cometer errores por descuido en el trabajo escolar, en las tareas laborales o en otras actividades. 

  • Problemas para mantener la atención en tareas o juegos: Pueden tener dificultades para mantenerse enfocados en tareas largas, como leer.

  • Parece que no escucha cuando se le habla directamente: Las personas con TDAH pueden parecer desinteresadas o distraídas durante las conversaciones.

  • No sigue instrucciones y no termina tareas: Pueden iniciar proyectos, pero muchas veces no los completan.

  • Dificultad para organizar tareas y actividades: Las tareas que requieren planificación y organización pueden ser especialmente difíciles.

  • Evita o le disgusta participar en actividades que requieren esfuerzo mental sostenido: Pueden evitar actividades que requieren concentración prolongada.

  • Pierde cosas necesarias para tareas y actividades: Pueden perder elementos como libros, herramientas, llaves y documentos.

  • Se distrae fácilmente con estímulos externos: Pueden ser fácilmente desviados por sonidos, movimientos u otras distracciones.

  • Olvida actividades diarias: Olvidar citas, obligaciones o tareas cotidianas es común.


Hiperactividad e impulsividad

  • Mueve en exceso las manos o los pies, o se retuerce en su asiento: Pueden tener problemas para quedarse quietos en situaciones en las que se espera que lo hagan.

  • Se levanta en situaciones en que se espera que permanezca sentado: En el aula o en otras situaciones en las que se espera que permanezcan sentados, pueden levantarse frecuentemente.

  • Corre o salta excesivamente en situaciones inapropiadas: Los niños pequeños pueden correr y trepar en situaciones inapropiadas.

  • Dificultad para jugar o participar en actividades tranquilas: Pueden tener problemas para disfrutar de actividades silenciosas o calmadas.

  • Responde antes de que se hayan terminado de formular las preguntas: Pueden interrumpir o responder impulsivamente antes de que se terminen las preguntas.

  • Dificultad para esperar su turno: Pueden tener problemas para esperar su turno en juegos o conversaciones.

  • Interrumpe o se entromete en conversaciones o juegos de otros: Pueden interrumpir a los demás o entrometerse en actividades que no les involucran directamente.


¿Cómo se realiza el diagnóstico de TDAH?

El diagnóstico del TDAH debe ser realizado por un profesional de la salud mental, como un psicólogo o psiquiatra, que utilice criterios específicos para ello. Este diagnóstico se basa en la observación de los síntomas y en informes de padres, maestros y, a veces, del propio individuo. Es importante considerar la posibilidad de otras condiciones que pueden coexistir con el TDAH, como trastornos del aprendizaje, de ansiedad, del estado de ánimo y de la conducta.


¿Puedo desarrollar un TDAH de adulto? 

No. Para tener el diagnóstico tiene que haber iniciado desde la infancia. Lo que podría suceder es que a veces de niños se ignoran estos problemas por estigma, o no se dan cuenta porque los niños sobre-compensan. 


Tratamiento del TDAH

No hay solo una forma de tratar el déficit atencional como uno podría creer. Si bien los medicamentos son muy útiles y en muchos casos necesarios, también contamos con otras alternativas que pueden ser principales o complementarias, como la terapia ocupacional y la terapia psicológica, especialmente con técnicas cognitivo-conductuales


  • Medicamentos: Existen principalmente dos compuestos farmacológicos como tratamiento: el metilfenidato, conocido en sus nombres de marcas como Ritalin, Concerta, Aradix, entre otros. Y la lisdexanfetamina, conocida generalmente por su nombre de marca Samexid. Estos medicamentos llevan años en el mercado y han sido ampliamente estudiados, demostrando ser eficaces en la reducción de los síntomas del TDAH, con  un perfil de seguridad bastante alto.

  • Terapia cognitivo-conductual: La terapia cognitivo-conductual (TCC) puede ser útil para ayudar a los individuos con TDAH a desarrollar habilidades para manejar sus síntomas y mejorar su funcionamiento diario. Las intervenciones conductuales en el aula y en el hogar, como el establecimiento de rutinas y el uso de sistemas de recompensas, también son efectivas.

  • Educación y apoyo: La educación sobre el TDAH para los pacientes y sus familias es crucial. Los grupos de apoyo pueden proporcionar recursos y apoyo emocional.


¿Y el deporte?

¡El deporte es clave! Un metaanálisis reciente publicado el 2022 en el Psychiatry Research concluyó que el ejercicio físico puede reducir los síntomas en niños diagnosticados con TDAH, específicamente mejorando la atención, la función ejecutiva y las habilidades motoras. Otra revisión publicada el año 2023 en el Lancet mostró mejoras en la flexibilidad cognitiva, en el control inhibitorio y en la inatención.


Impacto del TDAH en la vida diaria

El TDAH puede afectar significativamente diversas áreas de la vida de una persona. En la infancia, puede llevar a dificultades académicas, problemas de comportamiento y problemas con las relaciones sociales. Los niños con TDAH pueden ser más propensos a tener dificultades en la escuela, a ser objeto de bullying o a tener problemas para hacer amigos.


En la adolescencia, los problemas académicos y sociales pueden continuar, y pueden surgir nuevos desafíos, como el aumento de comportamientos de riesgo, incluyendo el uso de sustancias y la conducción imprudente. Los adolescentes con TDAH también pueden experimentar dificultades emocionales, como la baja autoestima y los problemas de regulación emocional.


El TDAH en el adulto puede continuar afectando la vida de una persona. Los adultos con TDAH pueden tener problemas en el trabajo, dificultades en las relaciones y problemas para manejar las responsabilidades diarias. El TDAH no tratado puede llevar a una mayor incidencia de trastornos del estado de ánimo, ansiedad y problemas de abuso de sustancias.


Estrategias de manejo para el TDAH en el adulto

Para los adultos con TDAH, existen diversas estrategias que pueden ayudar a manejar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Además de las herramientas explicadas en el tratamiento, alguna de las estrategias incluyen:

  • Organización y planificación: El uso de herramientas como agendas, listas de tareas y recordatorios puede ayudar a manejar el tiempo y las responsabilidades.

  • Establecimiento de rutinas: Crear rutinas diarias puede proporcionar estructura y ayudar a reducir la inatención y la impulsividad.

  • Ejercicio y hábitos de vida saludables: El ejercicio regular, una dieta equilibrada y un sueño adecuado pueden tener un impacto positivo en la gestión de los síntomas del TDAH.


Avances en la investigación del TDAH

La investigación sobre el TDAH está en constante evolución. Los estudios recientes se centran en una variedad de áreas, incluyendo:

  • Genética: Los investigadores están explorando los genes específicos que pueden estar involucrados en el TDAH, lo que podría llevar a una mejor comprensión de sus causas y al desarrollo de tratamientos más personalizados.

  • Neurobiología: Los estudios de imágenes cerebrales están ayudando a entender cómo las diferencias en la estructura y función del cerebro pueden contribuir al TDAH.

  • Intervenciones y tratamientos: Se están desarrollando y evaluando nuevas intervenciones y tratamientos, incluidos enfoques no farmacológicos como el neurofeedback y la estimulación cerebral no invasiva.

  • Impacto a largo plazo: La investigación a largo plazo está proporcionando información valiosa sobre cómo el TDAH afecta a las personas a lo largo de su vida y qué factores pueden ayudar a mitigar sus efectos.


Si te identificas con las manifestaciones explicadas del TDAH y piensas que puedes tenerlo sin diagnosticar, es importante consultar con profesionales de salud mental para hacer el diagnóstico adecuado, haciendo el descarte de otras enfermedades que pueden confundir. En One Health contamos con profesionales de psiquiatría y psicología especializados que pueden ayudarte en el diagnóstico y manejo del TDAH.




Bibliografía

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